Para niños: ¿La letra ligada o la letra de palo?
Todo lo que no es tradicional, sorprende. En Llob3 sabemos que la escritura de los pequeños de casa con letra ligada parece que es “lo que hay que hacer”, pero ha habido una noticia que nos ha sorprendido. En Finlandia han tomado la decisión de abandonar l a caligrafía ligada en los primeros años de aprendizaje de los niños y, en su lugar, apostar por la letra de palo. El motivo principal es su influencia en el ordenador y las tablets.
¿Caligrafía?
En los años ‘80 fueron muchas las escuelas nacionales que comenzaron a debatir sobre con qué tipo de letra era necesario enseñar a escribir a los pequeños. Es posible que fuese la influencia del método Montessori lo que nos llevase a tomar la decisión de continuar con la letra ligada.
Sea como sea, es evidente que los niños incorporan el idioma como una prolongación de la misma constitución física del escribiente y, así, aprenden a dominar el bolígrafo y a esforzarse por lograr unos objetivos.
Escribir a mano: sí, definitivamente
El debate en el país escandinavo no pone en duda la importancia de aprender a escribir a mano. De hecho, son muchos los estudios que han puesto en evidencia que escribir sin tecnología de por medio proporciona una intimidad mayor con la tarea y, con lo cual, un proceso de aprendizaje mucho más eficiente.
Vivimos en un mundo en el que la tecnología es cada vez más protagonista de nuestras rutinas: en el entorno laboral, en nuestro tiempo en el transporte público, en casa… Y la tecnología nos obliga a escribir con los teclados propios de los dispositivos, abandonando cada vez más el papel y el bolígrafo que siempre nos han acompañado en nuestros bolsos.
Son muchos los investigadores que afirman que manuscribir aviva la creatividad y refuerza la memoria. Pero aquí no acaban las ventajas de escribir a mano: también permite una mayor fijación de los conceptos, aprender nuevos idiomas más rápidamente y mantener la mente más activa. Tanto es así que, a través de una resonancia magnética, científicos de la Universidad de Indiana (Estados Unidos) determinaron que, al escribir a mano, se activan más regiones del cerebro y se favorece el aprendizaje de las formas, símbolos y lenguas. Por otra parte, escribir cogiendo “papel y boli” ayuda a expresar mejor los pensamientos y las ideas y es ideal para algunos trastornos neurológicos.
Todo esto tiene una explicación. Segiín Virgilio Hernando Requejo, neurólogo del Hospital Madrid-Norte Sanchinarro, “la representación que tiene la mano en la corteza cerebral es enorme. Al escribir con bolígrafo utilizamos mucho más el cerebro que cuando usamos el teclado del ordenador. Si dejamos de escribir a mano durante un tiempo, está claro que las estructuras cerebrales van a cambiar”. Pero el mayor peligro que detecta el Dr. Requejo es el “desentrenamiento de la memoria” porque “ahora está todo en el iPhone y dispositivos similares, tenemos mucha más información en el bolsillo, pero no somos capaces ni de recordar un número de teléfono y eso es lo verdaderamente preocupante”.
El encanto de la letra manual
Nuestra personalidad se refleja en cada uno de los aspectos de nuestras relaciones: desde nuestra ropa hasta el detalle de la fotografía que tenemos de fondo en nuestro Smartphone o nuestros gestos. ¿Cómo no va, entonces, a transmitir tanto escribir a mano?
La letra de palo en Finlandia
La tipografía ligada ha traído más de un año de debate en el Instituto Nacional de Educación de Finlandia. La conclusión que extrajeron en el país escandinavo fue que en las escuelas se invierte demasiado tiempo en enseñar a los alumnos esta tipografía y que, en cambio, los caracteres separados son más fáciles y rápidos para el aprendizaje. De este modo, el tiempo que ahorran en la enseñanza de la tipografía ligada lo pueden invertir en otros temas igual o más importantes: por ejemplo, la expresión oral o la comprensión lectora.
Pero la importancia de aprender con letras de palo da un paso más allá. Permite que los pequeños sean capaces de teclear en el ordenador y las tablets desde que empiezan a escribir. Pero no nos confundamos: el debate en Finlandia se centró en cómo enseñar a los niños a escribir a mano, no en la necesidad de que aprendan a escribir fundamentalmente en ordenadores.