Picasso: una huella imborrable
«Si hubiera una única verdad, no sería posible pintar cientos de cuadros sobre el mismo tema», afirmaba Picasso. El pintor español célebre por excelencia nació en Málaga en 1881. Le recordamos por obras como el Guernica, pero fue fundamental en la historia del arte por crear, junto a Georges Braque, el cubismo.
Una huella imborrable
La historia ha catalogado a Pablo Picasso como uno de los mayores pintores del siglo pasado. Destaca de toda su trayectoria el hecho de haber participado en diferentes movimientos artísticos que, a su vez, influyeron en otros artistas. Sus obras se exponen en los museos más reputados de Europa y, pese a que es más conocido por su faceta como pintor, también abordó el dibujo, el grabado, la ilustración de libros, la escultura, la cerámica y el diseño de escenografía, así como el vestuario para montajes teatrales.
El cubismo
De entre todos los estilos que trabajó Picasso, el cubismo es el más reconocido por la sociedad en general. Las señoritas de Aviñón es la obra que supone el punto de partida para que, junto con Braque, terminasen de formular el cubismo la primera década del siglo XX. Se trata de un punto de inflexión que, por su transgresión, fue fuente de inspiración para los artistas más vanguardistas.
Pero, ¿qué es exactamente el cubismo? Se trata de una escuela y teoría estética de las artes plástica y el diseño caracterizada por el uso de las formas geométricas. Lo bautizó así el crítico de arte Louis Vauxcelles, basándose en el vocablo francés cubisme. Picasso y Braque consiguieron, con esta nueva técnica, romper con la perspectiva, que era el último principio renacentista que seguía vigente a principios del siglo XX. El objetivo de los artistas de esta corriente era descomponer las formas naturales y presentarlas mediante figuras geométricas que fragmentaban las superficies y las líneas. Con ello consiguieron, por ejemplo, reflejar un rostro tanto de frente como de perfil de forma simultánea.
Consta de dos fases estrictamente diferenciadas: el analítico y el sintético. El primero es el más complejo de comprender: se basa en la descomposición de formas y figuras geométricas para analizarlas y reordenarlas de una forma diferente y descompuesta. El cubismo sintético es una evolución del anterior y, en este caso, se basa en la recomposición de los objetos; se solían resaltar las partes más significativas de la figura mediante colores y formas predominantes. De él resultaron, por ejemplo, los collages.
Y, ¿cuál es la causa de este gran cambio estético en la pintura? La irrupción de la fotografía permitió quitar responsabilidad a los pintores en lo que hace referencia a plasmar con la máxima rigurosidad la realidad. De este modo, los pintores comenzaron a permitirse la licencia de ser mucho más abstractos y de innovar con técnicas y corrientes transgresoras.
Más allá del arte plástico
La influencia del cubismo en todas las disciplinas artísticas es incuestionable. Tanto es así que incluso llegó a la literatura con el caligrama, que consistía en combinar poesía con dibujos al organizar el texto de una forma particular. En este caso, uno de los máximos exponentes fue Guillaume Apollinaire.
El libro
Sinopsis. «Pablo Picasso, indiscutiblemente uno de los más grandes maestros del siglo XX, es una representación perfecta del artista moderno. Al desbancarse de una carrera convencional y despreciar la creación artística natural -a pesar de su formación académica y excepcional talento-, abrazó totalmente el estilo de vida bohemia de la vanguardia en toda su larga y productiva vida.
Hijo de un profesor de dibujo de Málaga, España, Picasso se trasladó a Barcelona en 1895 y se sumergió en la escena del arte cosmopolita de principios de siglo de la ciudad. Se fue a vivir a París en 1904 y se instaló en el emblemático barrio de Montmatre. Durante los años siguientes, el artista comenzó a interesarse por la escultura ibérica y las imágenes de África para su arte. Todo esto culminó con su famosa pintura, Las señoritas de Aviñón, en 1907.
Junto con Georges Braque, Picasso se embarcó en la revolución artística conocida como el cubismo, un estilo abstracto que altera completamente la forma en que el mundo estaba representado en el arte. A medida que avanzaba el siglo, Picasso continuó probando los límites artísticos en última instancia y terminó desarrollando un estilo expresionista muy personal. Lo podemos ver representado en el Guernica (1937): la reacción del artista ante el horrible episodio de la masacre de civiles durante la Guerra Civil Española. Después de la Segunda Guerra Mundial, Picasso se instaló en el sur de Francia, donde continuó trabajando hasta su muerte en 1973″.
Características técnicas:
- Cubiertas: cartulina gráfica 300gr estucado mate.
- Encuadernación: rústica cosida.
- Páginas: 80 de interior + 4 de cubiertas.
- Interior: estucado semi-mate de 135gr.
- Idioma: inglés.
- Editorial: Ediciones Polígrafa.