La historia de la Real Academia Española
¿Qué hubiera sido de la evolución de la lengua española sin la RAE? La emblemática institución española se fundó en 1713 gracias a Juan Manuel Fernández Pacheco VIII, marqués de Villena y duque de Escalona. En aquellos años en nuestro país no disponíamos todavía de un gran diccionario y, en cambio, sí lo tenían otros países como Italia o Francia.
El objetivo de la creación del diccionario era, en palabras del marqués de Villena y duque de Escalona, “fijar las voces y vocablos de la lengua castellana en su mayor propiedad, elegancia y pureza” porque se consideraba que nuestro idioma había llegado a la perfección. Desde entonces el diccionario se ha ido adaptando a la evolución de la lengua y la sociedad. De hecho, la evolución social es la que promueve los cambios lingüísticos.
Reedición de la historia
Esta primera semana de mayo la Real Academia Española ha sido noticia por la reedición de su historia con la actualización de la obra original de 1999 del ya fallecido Alonso Zamora Vicente. La Fundación María Cristina Masaveu Peterson y la RAE se unieron para completar la segunda edición que se presentó el lunes 4 de mayo en Madrid.
Los últimos cambios
Pese a que la trayectoria histórica de los tres siglos de existencia de la RAE no se ha alterado en exceso, sí contamos como novedad con la incorporación de la evolución de la institución en los últimos 14 años.
En algo más de una década la RAE ha cambiado mucho y, en palabras de Darío Villanueva, director de la RAE y director científico de la obra, “las revoluciones tecnológicas nos cambian, son como extensiones de nuestros sentidos” y que, por este motivo, pese a que en el Diccionario “se acoge con prudencia” sí que son “bastante ágiles” en los cambios que supone. De hecho, afirmaba que “a través de un teléfono inteligente se pueden hacer consultas en torno a una palabra, por lo que la Academia es muy sensible a la tecnología, porque se beneficia extraordinariamente de ella”.
Pese a la importancia de la evolución de la tecnología, Darío Villanueva considera que “los educadores y comunicadores, especialmente estos últimos”, pueden hacer mucho por la lengua dado que “la comunicación nos acompaña desde antes de ir a la escuela y hasta después de la muerte, si se incluye la esquela en el periódico”.
La importancia de la lengua nacional
Si hay algo que caracteriza al español como idioma es, precisamente, que se encuentra en expansión y evolución permanente. En el siglo III aC ya se hablaba un latín vulgar en nuestras tierras con unas características que lo convertían en único. Más de 1.000 años más tarde, comenzaron a aparecer las primeras noticias sobre la lengua española. Pero la llegada de hispanohablantes en 1942 a América propició la expansión de nuestra lengua mucho más allá de nuestras fronteras: éramos el país en el que nunca se ponía el sol.
Lo que permite que el español sea una lengua viva y en constante evolución es su capacidad de adaptación y de introducir palabras nuevas con influencias de otros idiomas. Actualmente más de 20 países hablan español y países de relevancia como Estados Unidos lo mantienen como segundo idioma.
El idioma es, además, un elemento que cohesiona socialmente los diferentes rincones del mundo. Tanto es así que incluso Eduardo Lago, director del Instituto Cervantes de Nueva York, afirma que “la potencia del español está en sus primeros pasos en cuanto a lo que va a ocurrir en el futuro. El español hará realidad el sueño imposible de Simón Bolívar de unir toda América”.
La expansión del idioma
Y no podemos desaprovechar la ocasión para hacer una pequeña referencia al papel protagonista de la imprenta como divulgadora de la lengua. Gracias al invento de Gutenberg, no sólo los conocimientos se han expandido a lo largo y ancho del mundo, sino que también ha permitido que cualquier rincón de la Tierra conozca el idioma de Cervantes y a los ilustres escritores nacionales. En Llob3 nos sentimos orgullosos.